Tiene 55 años, y 25 quimioterapias a cuestas. El cáncer llegó a su vida hace 4 años, llegó como una ola enorme que la azotó, la lastimó, a ella, a su esposo y su único hijo, quienes han sido su apoyo en esta batalla. Ángel, su esposo, no la deja sola, es su soporte.
Marielita se mueve con cautela, ha sido sometida a cirugías y además, por si no fuera ya bastante, junto a Ángel han tenido que incluso iniciar acciones legales y una lucha feroz para que el Estado le provea de la medicación que necesita para poder mejorar su calidad de vida, para ser más exactos, medicación que necesita para vivir, así, sin rodeos. Dicha medicación cuesta más de cuatro mil dólares y pico, dura 28 días, y no está dentro de la lista de medicamentos esenciales para personas con enfermedades catastróficas.
Han sido casi 5 años de una batalla contra el cáncer, contra la falta de trabajo, contra el Estado que no proveyó de los medicamentos que Marielita necesita, contra el abandono de la gente que cree que el cáncer es contagioso, contra la gente que mira para otro lado, porque la indolencia duele de verdad.
Llegué a ella y me abrazó como si abrazara una madre a un hijo, una hermana a su hermano, una amiga a su amigo de la vida. Nos conocíamos de un dolor en común, nos conocíamos de hace tiempo porque nuestros relojes están más cercanos que los de la mayoría de la gente, nos presentíamos, porque la vida al final nos iba a juntar al borde de la muerte, pero también al borde de la vida. Al fotografiarla sentí su esencia, su profundo amor por la vida, por Dios, por su esposo, por su hijo, por todo lo que es realmente verdadero para quienes tenemos la oportunidad de reaprender a vivir.
#LuchoContraElCáncer no solo la fotografió, la abrazó, se conmovió auténticamente con ella, porque ella realmente es una guerrera, alguien a quien la muerte no le ganará esta partida.
Gracias Marielita, me llevo en el alma tu sonrisa, tu amor por la vida. El viaje fue largo para llegar a ti, pero cada metro valió la pena por conocerte a ti y a tu familia. Me voy, pero te llevo conmigo, en mi retina, en mis fotografías, por las que ahora más gente conoce de ti y espero te apoyen. Hasta ver a Dios, hermosa guerrera.
Gracias Marielita, me llevo en el alma tu sonrisa, tu amor por la vida
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Luis Mariño Carrera
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Muy buen trabajo, el Señor les bendiga siempre. Un abrazo
Gran trabajo Lucho!!!! En verdad que la indolencia duele amigo… pero cuando las causas son nobles habrán valido la pena
#yoLuchocontigo
Luchito una gran labor el dignificar a las personas con cáncer como el caso de “Marielita”. Una lucha no solo contra la enfermedad sino por tener un estado que garantice la salud, la exclusión social y sobre todo el APOYARNOS JUNTOS.
Gracias por tus hermosas palabras, no nos detendremos. llegaremos tan lejos como sea necesario.
Gracias por tus hermosas palabras, no nos detendremos. llegaremos tan lejos como sea necesario.